La Celac es una respuesta a la crisis del capitalismo
En Carabobo también se llevó a cabo el VI Foro de Filosofía
Foto/Luis Tovías Baciao
3 diciembre 2011
El antropólogo y sociólogo dominicano Héctor Díaz-Polanco estimó ayer
que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) es una
respuesta de la región a la crisis del capitalismo global.
El profesor universitario radicado en México contrapuso tal
determinación a las asumidas en Estados Unidos, Europa y otras regiones:
“En esos lugares se ha dado una respuesta defensiva a la ofensiva del
capital financiero. Esos países han intentado encontrar salida en el
mismo laberinto. América Latina, al revés, decidió trazar nuevas rutas
fuera del viejo laberinto del capital transnacional”.
Durante una ponencia llevada a cabo en la aldea universitaria Héroes
de Canaima, en el municipio Naguanagua, como parte del VI Foro de
Filosofía, Díaz-Polanco subrayó la importancia planetaria de la Celac.
“Planteamos una visión completamente diferente, en la cual el mercado
debe cumplir un papel, mas no puede determinar la vida social ni
cultural. El mercado debe estar al servicio de la sociedad. Una
sociedad, además, cuyas fronteras del capital no impongan separaciones
vividas en el continente.”
El modelo que se nos vendió, sostuvo Díaz-Polanco, y que se halla en
crisis, es el que plantea un Estado garante de un orden público general
para que el mercado y el capital ejerzan su trabajo.
“Eso es un fracaso. Necesitamos una sociedad organizada en Estado, en
la que todos asumamos responsabilidad por todos. Para eso necesitamos
un Estado no obeso, no abusivo, pero sí suficientemente fuerte a fin de
que garantice el mínimo de bienestar colectivo”, precisó.
Díaz-Polanco enfatizó la pertinencia de fortalecer la comunidad por
encima de otra organización humana. “Que seamos parte de una comunidad,
en la que no quepa renunciar a esa pertenencia en función de criterios
puramente individuales. Es decir, remontar la individualización
impulsada por el capitalismo”.
Hecho sin precedentes
Según Díaz -Polanco, los historiadores, artistas y filósofos
participantes en el foro se encuentran conmovidos por la coincidencia en
Venezuela del foro y el nacimiento de la Celac.
“Aquí se apunta a algo novedoso de un peso extraordinario. Se trata
de un momento cumbre del esfuerzo que se ha hecho desde la política, la
filosofía, la historia y otros campos del saber por concebir la
integración regional”, refirió.
Llegó la hora de Latinoamérica, sentenció el catedrático. “Ya América
Latina era un ejemplo hace un par de lustros con sus propuestas de
transformaciones. Sin embargo, nos faltaba un acontecimiento de este
tipo para amarrar los hilos diferentes que habíamos estado definiendo y
que no estaban atados completamente”.
Estado y Revolución
Sobre el papel del Estado en la consolidación de los cambios
populares, Díaz-Polanco estableció una divergencia entre la conquista
del Gobierno y la transformación del Gobierno; alcanzar el poder del
Estado y transformar el Estado.
Venezuela es un caso ejemplar, señaló el académico, toda vez que ha
hecho transformaciones en la organización de su Estado. “Se han
desarrollado políticas desde los aparatos gubernamentales, transformando
estos aparatos”.
Díaz-Polanco juzgó como menester dificultoso en América Latina
plantearse hoy evoluciones importantes “sin programarse un proceso
constituyente, nuevas Constituciones que conduzcan al desmontaje de la
naturaleza del Estado”.
Voces heterogéneas
A juicio del investigador y analista de Mali, Issa N’diage, África y
Latinoamérica poseen lazos culturales y de hermandad como muy pocos en
otras regiones. “He visto con agrado cómo se ha recuperado el sentido de
la hermandad en Venezuela con respecto a África”.
“Cuando nos divertimos un poco cortando el mapa mundial, podemos
notar que si acercamos África a Venezuela y el resto de la región, los
Continentes se acoplan. Por ello aquella tesis de que el mundo era un
solo continente”.
En su disertación, N’diage se refirió a la ventaja de la
compatibilidad idiomática en Latinoamérica, cuestión que diferenció de
su país. “En mi patria 80% de la población habla desiguales idiomas y
nos impusieron la lengua francesa, hablada por una minoría. Para la
unidad latinoamericana es ventaja la facilidad de comunicación”.
Otro de los foristas, el venezolano Jesús Puerta, quien es profesor
de la Universidad de Carabobo, recalcó lo enriquecedor del encuentro con
filósofos de heterogéneas procedencias. “El tema de hoy es la
diversidad de pareceres y los métodos en favor de la causa humana”.
Puerta señaló que existe en el mundo un momento importante y delicado
a la vez: por un lado nace una forma inédita de unificación
continental, mientras que el imperialismo lucha por mantener su dominio.
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