Héctor Díaz Polanco

Díaz-Polanco, Héctor

An anthropologist and sociologist, is also a research professor of the Center for Research and Higher Education in Social Anthropology (CIESAS) of Mexico. He is renowned as an essayist on the subject of identity, autonomies, and political movements. He has published over 240 texts within his field of specialization, including 20 books as sole author and around 70 as co-author. He has acted as a consultant to the FAO (UN) on indigenous themes; the Nicaraguan government on the design of autonomies (1984-1990); the Zapatista Army for National Liberation (EZLN) during the San Andrés negotiations (1995-1996); and the Autonomous and Country Design Commissions of the National Constitutional Assembly of Bolivia (2007). He has won the International Essay Prize (under the auspices of Siglo XXI Editors, the UNAM and the University of Sinaloa), in 2005; and the Essay Prize of Casa de las Américas (Cuba) in 2008. Among others, Siglo XXI has published his works The Zapatista Rebellion and Autonomy (1997) and In Praise of Diversity: Globalization, multiculturalism and ethnophagia (2006).

domingo, 11 de octubre de 2009

Feria del Libro de la Ciudad de México en el Zócalo


Mesa redonda con el antropólogo Héctor Díaz-Polanco en la feria del libro en el Zócalo
Si se desmantela el SME, iremos directo hacia un Estado terrorista: Carlos Fazio

Héctor Díaz-Polanco y Carlos Fazio. En México se nos quiere inducir a la violencia porque hay un pueblo organizado, sostuvo Carlos Fazio (atrás), periodista colaborador de este diario. Foto María Luisa Severiano

Arturo García Hernández
10 de octubre de 2009.

El embate del gobierno ilegítimo de Felipe Calderón contra el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) busca romper uno de los eslabones más fuertes de la cadena de resistencia social contra el actual modelo económico y político y sus abusos.
Este fue uno de los puntos de coincidencia entre el antropólogo Héctor Díaz-Polanco y el periodista y académico universitario Carlos Fazio, durante la mesa redonda ¿Hacia dónde va América Latina?, efectuada ayer en la Feria del Libro en el Zócalo.
Es –dijo Díaz-Polanco– un caso paradigmático que sencillamente no nos podemos dar el lujo de perder: si el gobierno ilegítimo triunfa en su pretensión, la ciudadanía estará en condiciones muy difíciles para avanzar en el camino de alcanzar una democracia efectiva, de justicia social y económica.
Significaría un “retroceso extraordinario, una conculcación de las libertades“; el Estado y este gobierno no tienen derecho de entrometerse en un asunto interno del sindicato, señaló.
Si lo logra, estaría allanando el camino para iniciar en el país un nuevo ciclo de desarrollo neoliberal, aún más penoso que el que ya padecemos.

Constante retroceso

Carlos Fazio destacó que históricamente el SME ha sido protagonista de las luchas sociales de México; si lo desmantelan, se va a facilitar el escenario para transitar hacia un nuevo Estado autoritario que, si no se frena, va directo a ser uno terrorista; la plutocracia necesita liquidar todo lo social organizado para seguir explotando al pueblo de México. De eso se trata la embestida contra el SME.
La situación del país –dijo antes Díaz-Polanco– es ilustrativa de una de las dos tendencias en que se están moviendo en América Latina.
Mientras México no sólo no ha avanzado, sino que sigue retrocediendo en prácticamente todos los terrenos de la vida pública, varios países del sur del continente conforman el epicentro, el gran laboratorio donde se están decidiendo los grandes cambios que veremos dentro de muy poco a escala mundial.
Todo lo que en ese sentido ocurre en países como Bolivia, Ecuador, Venezuela, se ha ido redefiniendo después de una largo pasaje por un túnel oscuro neoliberal.
En esos países, América Latina renace y se pone a la vanguardia, al frente en la innovación práctica de nuevas formas de organización social y política.
Aun cuando coincidió con los planteamientos de Díaz-Polanco, Carlos Fazio advirtió sobre la amenaza de las oligarquías nacionales, apoyadas por el imperialismo estadunidense, de imponer sus condiciones, como ya ocurrió antes, por la vía del terror de Estado.
En México y en otros países se nos quiere inducir a la violencia porque en países como este hay un pueblo organizado; movimientos populares que están ejerciendo autonomía de manera directa.
Por eso debemos oponernos al consenso del borrón y cuenta nueva en todos aquellos países en que se ha criminalizado y reprimido la protesta y la disidencia: Es necesario denunciar, analizar e informar para crear nuevas herramientas de prevención y protección ante el ascenso de la violencia por parte de los que mandan.
Son muchos los que se preguntan por qué resistir al olvido, y respondemos que ésa es una de las batallas cruciales en el inicio de este tercer milenio, porque en el mundo actual se dan las condiciones de reproducción de la barbarie y del horror nazifacista; es parte de lo que puede venir a corto plazo.
La mesa redonda tuvo lugar en el Café Literario de la Feria, que se llenó. Al final hubo una sesión de preguntas y respuestas, donde se hizo notorio el interés y la participación del público.

Homenaje a Casa de las Américas

Mesa en la UNAM por los 50 años de la institución cubana
Resaltan la trascendencia cultural de la Casa de las Américas

Carlos Montemayor, Miguel Barnet, Ana Esther Ceceña, Jorge Fornet y Héctor Díaz-Polanco, ayer, en la Facultad de Economía. Foto Carlos Cisneros

Arturo García Hernández
9 de octubre de 2009.

En la historia de la cultura latinoamericana hay un antes y un después de la Casa de las Américas, primera institución cultural surgida de la Revolución Cubana, que este año cumple medio siglo.
Este es uno de los señalamientos en el que coincidieron los participantes en una mesa redonda conmemorativa de la efeméride, efectuada ayer en el Auditorio Narciso Bassols de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ana Esther Ceceña, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, promotora de la conmemoración y moderadora de la mesa, recordó que Casa de las Américas surge en un momento en que había luchas por todos lados, había ideas nuevas que estaban rompiendo con la coraza de lo viejo, se estaban abriendo aires libertarios en toda nuestra América.
Jorge Fornet, director del Centro de Investigaciones Literarias de Casa de las Américas, afirmó que la institución “contrarrestó la guerra fría cultural promovida por Estados Unidos en todo el mundo, y dio un nuevo canon intelectual en todo el continente, promoviendo la cultura desde una nueva perspectiva”.
La Casa de las Américas se fundó el 28 de abril de 1959, apenas unos meses después del triunfo de la Revolución Cubana.
Recital poético de Viglietti
El escritor Carlos Montemayor contó que al momento de la fundación de Casa de las Américas, aún vivía en los cerros salvajes del norte de México, en Chihuahua.
En 1965 llegó a la ciudad de México. Poco después, como resultado de los procesos sociales en el subcontinente, empezaron a llegar intelectuales, artistas, periodistas con sus propias tradiciones a cuestas: en ese momento descubrimos que México formaba parte de una de las tantas ramas del árbol continental.
Para Héctor Díaz-Polanco, quien ha sido jurado y también ganador de uno de los prestigiados premios de Casa de las Américas, dijo que en el contexto posterior a la Segunda Guerra Mundial, sobrevino una batalla cultural, una batalla de las ideas en medio de la cual Casa de las Américas se erigió como un punto de vista alternativo ante el pensamiento único promovido por el imperialismo estadunidense.
También resaltó la incuestionable limpieza con que se otorgan los Premios Casa de las Américas, lo cual no ocurre con otros galardones prestigiosos de otras latitudes.
El escritor Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, observó que siendo la primera institución cultural surgida de la Revolución y cuando ésta aún no se declaraba socialista, Casa de las Américas ya estaba elaborando una estrategia cultural que proyectaba a los artistas y escritores cubanos que vivíamos en la isla y a los artistas y escritores latinoamericanos hacia el mundo.
Al respecto, el autor de Canción de Rachel resaltó un dato importante: “Al boom de la literatura latinoamericana de los años 60 contribuyeron editoriales francesas y españolas, pero antes de que ellas publicaran a los autores del boom, Casa de las Américas ya los tenía en su catálogo y los había publicado, entonces no sólo contribuyó a establecer un canon latinoamericano sino a fraguar un boom, algo que muchas veces los escritores olvidan, porque los escritores somos ingratos.”
La conmemoración de los 50 años de Casa de las Américas en la Facultad de Economía, concluyó con un recital poético musical de Daniel Viglietti y la actuación del grupo Salario Mínimo.