Héctor Díaz Polanco

Díaz-Polanco, Héctor

An anthropologist and sociologist, is also a research professor of the Center for Research and Higher Education in Social Anthropology (CIESAS) of Mexico. He is renowned as an essayist on the subject of identity, autonomies, and political movements. He has published over 240 texts within his field of specialization, including 20 books as sole author and around 70 as co-author. He has acted as a consultant to the FAO (UN) on indigenous themes; the Nicaraguan government on the design of autonomies (1984-1990); the Zapatista Army for National Liberation (EZLN) during the San Andrés negotiations (1995-1996); and the Autonomous and Country Design Commissions of the National Constitutional Assembly of Bolivia (2007). He has won the International Essay Prize (under the auspices of Siglo XXI Editors, the UNAM and the University of Sinaloa), in 2005; and the Essay Prize of Casa de las Américas (Cuba) in 2008. Among others, Siglo XXI has published his works The Zapatista Rebellion and Autonomy (1997) and In Praise of Diversity: Globalization, multiculturalism and ethnophagia (2006).

sábado, 28 de noviembre de 2009

Apoyo a los electricistas del SME


Se requieren medidas contundentes para frenar ofensiva contra trabajadores: Grupo Sur
Llaman intelectuales a fuerzas progresistas y de izquierda a apoyar el paro nacional
Afirman que el golpe contra electricistas creó una posibilidad de ruptura política sin precedente

Andrea Becerril

Periódico La Jornada
Domingo 8 de noviembre de 2009.

Escritores, cineastas, académicos e investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México que participan en el Grupo Sur hicieron un llamado a todos los sectores progresistas, populares y de izquierda a empeñar todos los esfuerzos de unidad para respaldar el paro nacional del próximo día 11, convocado por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), pues se requieren medidas contundentes y de alcance nacional para detener la ofensiva del gobierno contra los trabajadores y las organizaciones gremiales.

Es necesario “generar una convergencia amplia de los oposiciones, las resistencias y las disidencias –políticas, regionales, sectoriales y de clase– en torno a los electricistas. En este momento y por encima de diferencias ideológicas o programáticas todos los segmentos que se definen como de izquierda y progresistas tienen el deber de incorporarse a la lucha por la defensa de Luz y Fuerza y el SME, subrayan Carlos Payán, Guillermo Almeyra, Cristina Barros, Víctor Flores, Armando Bartra y John Saxe Fernández, entre otros integrantes de dicho grupo.
Advierten que la propuesta de paralizar actividades en el país será una jornada decisiva en la lucha por la soberanía popular, la democracia y la defensa del petróleo y la electricidad, por lo que todos deben participar, con el fin de que tengan éxito ese paro y las demás acciones que lleven a cabo los integrantes del SME en defensa de su fuente de empleo y conquistas laborales.
La violencia empleada por el gobierno para liquidar a una empresa pública y sus trabajadores, y el intento descarado de convertir en botín de consorcios privados la estructura de fibra óptica de Luz y Fuerza, hará inevitable la radicalización de las medidas de resistencia.
El sindicato, factor de articulación de las izquierdas
En un pronunciamiento público signado también por Marco Buenrostro, Héctor Díaz-Polanco, Elvira Concheiro, Gerardo de la Fuente, Rosa Elena Gaspar de Alba, Epigmenio Ibarra, Massimo Modonesi, Lucio Oliver, Consuelo Sánchez, Gabriel Vargas Lozano, Mario Zepeda y Sergio Zermeño, el Grupo Sur advierte, en torno al control gubernamental de los sindicatos, que el SME ha sido, pese a todo, un factor de articulación para las izquierdas y las causas progresistas.
El SME ha sido punto de confluencia ineludible entre las luchas sociales y las instituciones, entre las resistencias civiles radicales –como Atenco, el zapatismo, la APPO–, las luchas universitarias y el movimiento de resistencia de Andrés Manuel López Obrador. Para el calderonato se trata de un símbolo a destruir, subraya.
Para el Grupo Sur, la inconstitucional liquidación de Luz y Fuerza, el acoso jurídico contra los electricistas y sus dirigentes y el linchamiento propagandístico de los sindicalizados han creado una posibilidad de ruptura política sin precedente desde el inicio de los gobiernos neoliberales.
Las medidas puestas en marcha por el gobierno federal constituyen un acto de desestabilización y una declaración de guerra contra todas las conquistas sociales, los derechos del pueblo mexicano y el proyecto nacional enarbolado por las izquierdas de este país a lo largo de un siglo.
Si se permite concretar el golpe contra el SME, la ofensiva se enfocará luego contra derechos y conquistas, como la autonomía universitaria, la presencia del Estado en la educación y la salud y a depredar todo lo que queda de la propiedad pública, insiste el Grupo Sur. Resalta que es imprescindible constituir un solo frente de lucha que una a obreros, campesinos, trabajadores, maestros, estudiantes, indígenas y activistas sociales por el reconocimiento de los derechos.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Sobre el Decreto contra LyFC y los electricistas


CUATRO PREGUNTAS AL GOBIERNO FEDERAL Y UN PUNTO DE VISTA

1.- ¿Qué entiende el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, por dialogar (“Primero liquídense y luego vemos”)? ¿Por qué un gobierno no puede negociar sino sólo conversar? ¿Todas las decisiones están tomadas de antemano y el papel de los partidos de oposición, los sectores de la sociedad civil o los sindicatos es confirmar esas decisiones?
2.- ¿Cómo se justifican afirmaciones como la del presidente Calderón de culpar al SME de la pérdida de 100 mil empleos? ¿De dónde obtuvo la cifra? ¿o ese dato le permite presumir una “conciencia tranquila” después de dejar sin empleo a 50 mil electricistas?
3.- La actual campaña contra el sindicalismo, sin duda una zona donde abundan la corrupción institucionalizada (SNTE, petroleros, ferrocarrileros, CTM), se está transformando en una campaña contra la idea misma de la existencia de sindicatos y de derechos laborales. El secretario del Trabajo, Javier Lozano habló de analizar “el costo-beneficio de cada sindicato”, ¿para el gobierno, para la empresa o para los trabajadores? En cambio, defendió al sindicalismo bueno y criticó al sindicalismo malo y no se tomó la molestia de definirlos. ¿Qué merece el sindicalismo bueno (SNTE, petroleros, ferrocarrileros, CTM) y por qué se elogia tanto a sí mismo al reprimir al sindicalismo malo?
4.- ¿Qué significan las leyes para el gobierno federal? La decisión de Felipe Calderón, al extinguir LyFC, contravino la Constitución y la Ley Federal del Trabajo, además de pasar por alto, sin explicaciones, los contratos firmados por el propio gobierno. ¿Por qué no se declaró, si tal era el caso, la situación de emergencia que le hubiese permitido al régimen hacer a un lado la legislación expresa?
5.- Estamos claros: Luz y Fuerza del Centro ha tenido graves problemas de operación y de finanzas, las tarifas eléctricas se han disparado sin control (cortesía de la Secretaría de Hacienda), el servicio deja mucho que desear, se han generalizado los abusos en los cobros (curiosa modo de buscar apoyo a la liquidación) y la atención a los usuarios ha sido pésima, cuando no deliberadamente insultante. Atribuirle al sindicato decisiones que han sido del gobierno federal es un pobre escamoteo de la realidad. Sin pretender eludir la parte significativa que le corresponde a los sindicalizados, la crisis de la empresa tiene que ver sobre todo con la política de desmantelamiento sostenida durante quince años por las administraciones sucesivas. En este tiempo y sin justificación alguna no se ha invertido nada en la modernización del equipo y su mantenimiento; se ha empeorado el servicio y encarecido para todos los usuarios (no favorecidos). Y ahora se ha concesionado, sin explicaciones, el extraordinario negocio de la fibra óptica a una empresa encabezada por dos ex secretarios de Energía panistas.
Atentamente
Marco Antonio Campos
Rolando Cordera
Arnaldo Córdova
Laura Esquivel
Bolívar Echeverría
Víctor Flores Olea
Luis Javier Garrido
Héctor Díaz-Polanco
Antonio Gershenson
Hugo Gutiérrez Vega
Luis Linares Zapata
Guadalupe Loaeza
Roberto Morales
Carlos Monsiváis
Jorge Eduardo Navarrete
Carlos Payán
Carlos Pellicer López
José María Pérez Gay
Carlos Tello
Víctor Manuel Toledo
Héctor Vasconcelos

domingo, 11 de octubre de 2009

Feria del Libro de la Ciudad de México en el Zócalo


Mesa redonda con el antropólogo Héctor Díaz-Polanco en la feria del libro en el Zócalo
Si se desmantela el SME, iremos directo hacia un Estado terrorista: Carlos Fazio

Héctor Díaz-Polanco y Carlos Fazio. En México se nos quiere inducir a la violencia porque hay un pueblo organizado, sostuvo Carlos Fazio (atrás), periodista colaborador de este diario. Foto María Luisa Severiano

Arturo García Hernández
10 de octubre de 2009.

El embate del gobierno ilegítimo de Felipe Calderón contra el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) busca romper uno de los eslabones más fuertes de la cadena de resistencia social contra el actual modelo económico y político y sus abusos.
Este fue uno de los puntos de coincidencia entre el antropólogo Héctor Díaz-Polanco y el periodista y académico universitario Carlos Fazio, durante la mesa redonda ¿Hacia dónde va América Latina?, efectuada ayer en la Feria del Libro en el Zócalo.
Es –dijo Díaz-Polanco– un caso paradigmático que sencillamente no nos podemos dar el lujo de perder: si el gobierno ilegítimo triunfa en su pretensión, la ciudadanía estará en condiciones muy difíciles para avanzar en el camino de alcanzar una democracia efectiva, de justicia social y económica.
Significaría un “retroceso extraordinario, una conculcación de las libertades“; el Estado y este gobierno no tienen derecho de entrometerse en un asunto interno del sindicato, señaló.
Si lo logra, estaría allanando el camino para iniciar en el país un nuevo ciclo de desarrollo neoliberal, aún más penoso que el que ya padecemos.

Constante retroceso

Carlos Fazio destacó que históricamente el SME ha sido protagonista de las luchas sociales de México; si lo desmantelan, se va a facilitar el escenario para transitar hacia un nuevo Estado autoritario que, si no se frena, va directo a ser uno terrorista; la plutocracia necesita liquidar todo lo social organizado para seguir explotando al pueblo de México. De eso se trata la embestida contra el SME.
La situación del país –dijo antes Díaz-Polanco– es ilustrativa de una de las dos tendencias en que se están moviendo en América Latina.
Mientras México no sólo no ha avanzado, sino que sigue retrocediendo en prácticamente todos los terrenos de la vida pública, varios países del sur del continente conforman el epicentro, el gran laboratorio donde se están decidiendo los grandes cambios que veremos dentro de muy poco a escala mundial.
Todo lo que en ese sentido ocurre en países como Bolivia, Ecuador, Venezuela, se ha ido redefiniendo después de una largo pasaje por un túnel oscuro neoliberal.
En esos países, América Latina renace y se pone a la vanguardia, al frente en la innovación práctica de nuevas formas de organización social y política.
Aun cuando coincidió con los planteamientos de Díaz-Polanco, Carlos Fazio advirtió sobre la amenaza de las oligarquías nacionales, apoyadas por el imperialismo estadunidense, de imponer sus condiciones, como ya ocurrió antes, por la vía del terror de Estado.
En México y en otros países se nos quiere inducir a la violencia porque en países como este hay un pueblo organizado; movimientos populares que están ejerciendo autonomía de manera directa.
Por eso debemos oponernos al consenso del borrón y cuenta nueva en todos aquellos países en que se ha criminalizado y reprimido la protesta y la disidencia: Es necesario denunciar, analizar e informar para crear nuevas herramientas de prevención y protección ante el ascenso de la violencia por parte de los que mandan.
Son muchos los que se preguntan por qué resistir al olvido, y respondemos que ésa es una de las batallas cruciales en el inicio de este tercer milenio, porque en el mundo actual se dan las condiciones de reproducción de la barbarie y del horror nazifacista; es parte de lo que puede venir a corto plazo.
La mesa redonda tuvo lugar en el Café Literario de la Feria, que se llenó. Al final hubo una sesión de preguntas y respuestas, donde se hizo notorio el interés y la participación del público.

Homenaje a Casa de las Américas

Mesa en la UNAM por los 50 años de la institución cubana
Resaltan la trascendencia cultural de la Casa de las Américas

Carlos Montemayor, Miguel Barnet, Ana Esther Ceceña, Jorge Fornet y Héctor Díaz-Polanco, ayer, en la Facultad de Economía. Foto Carlos Cisneros

Arturo García Hernández
9 de octubre de 2009.

En la historia de la cultura latinoamericana hay un antes y un después de la Casa de las Américas, primera institución cultural surgida de la Revolución Cubana, que este año cumple medio siglo.
Este es uno de los señalamientos en el que coincidieron los participantes en una mesa redonda conmemorativa de la efeméride, efectuada ayer en el Auditorio Narciso Bassols de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ana Esther Ceceña, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, promotora de la conmemoración y moderadora de la mesa, recordó que Casa de las Américas surge en un momento en que había luchas por todos lados, había ideas nuevas que estaban rompiendo con la coraza de lo viejo, se estaban abriendo aires libertarios en toda nuestra América.
Jorge Fornet, director del Centro de Investigaciones Literarias de Casa de las Américas, afirmó que la institución “contrarrestó la guerra fría cultural promovida por Estados Unidos en todo el mundo, y dio un nuevo canon intelectual en todo el continente, promoviendo la cultura desde una nueva perspectiva”.
La Casa de las Américas se fundó el 28 de abril de 1959, apenas unos meses después del triunfo de la Revolución Cubana.
Recital poético de Viglietti
El escritor Carlos Montemayor contó que al momento de la fundación de Casa de las Américas, aún vivía en los cerros salvajes del norte de México, en Chihuahua.
En 1965 llegó a la ciudad de México. Poco después, como resultado de los procesos sociales en el subcontinente, empezaron a llegar intelectuales, artistas, periodistas con sus propias tradiciones a cuestas: en ese momento descubrimos que México formaba parte de una de las tantas ramas del árbol continental.
Para Héctor Díaz-Polanco, quien ha sido jurado y también ganador de uno de los prestigiados premios de Casa de las Américas, dijo que en el contexto posterior a la Segunda Guerra Mundial, sobrevino una batalla cultural, una batalla de las ideas en medio de la cual Casa de las Américas se erigió como un punto de vista alternativo ante el pensamiento único promovido por el imperialismo estadunidense.
También resaltó la incuestionable limpieza con que se otorgan los Premios Casa de las Américas, lo cual no ocurre con otros galardones prestigiosos de otras latitudes.
El escritor Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, observó que siendo la primera institución cultural surgida de la Revolución y cuando ésta aún no se declaraba socialista, Casa de las Américas ya estaba elaborando una estrategia cultural que proyectaba a los artistas y escritores cubanos que vivíamos en la isla y a los artistas y escritores latinoamericanos hacia el mundo.
Al respecto, el autor de Canción de Rachel resaltó un dato importante: “Al boom de la literatura latinoamericana de los años 60 contribuyeron editoriales francesas y españolas, pero antes de que ellas publicaran a los autores del boom, Casa de las Américas ya los tenía en su catálogo y los había publicado, entonces no sólo contribuyó a establecer un canon latinoamericano sino a fraguar un boom, algo que muchas veces los escritores olvidan, porque los escritores somos ingratos.”
La conmemoración de los 50 años de Casa de las Américas en la Facultad de Economía, concluyó con un recital poético musical de Daniel Viglietti y la actuación del grupo Salario Mínimo.

lunes, 17 de agosto de 2009


México
El Estado cerró el debate, por tanto no se enlazaron las demandas indígenas y la ley, explica
Preocupa que el EZLN nade en sentido contrario
del marco legal: Díaz-Polanco

La diversidad cultural y la autonomía en México (Nostra Ediciones), reciente publicación del antropólogo


Arturo García Hernández. México, D.F., 3 de agosto de 2009.

Héctor Díaz-Polanco. Foto Carlos Cisneros

El levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1994 puso en el centro de la agenda nacional el tema de la diversidad cultural y la autonomía, así como su relación con el Estado.
Hoy, la discusión está empantanada, porque los tres poderes del Estado la han dado por terminada, con lo cual se relega una demanda esencial no sólo del zapatismo, sino de los pueblos indígenas de México en general.
El antropólogo Héctor Díaz-Polanco, especialista en la materia, hace la observación en entrevista a propósito de la publicación de su libro más reciente, La diversidad cultural y la autonomía en México.


–Además del debate teórico que compendia el libro, ¿cuál es la situación de ése en el ámbito concreto de la política y lo jurídico?
–Tenemos una situación de empantanamiento y difuminación de algo que parecía al alcance de la mano después del levantamiento del EZLN y en la segunda mitad de la década de los años 90.
Al iniciar el siglo XXI, esto se empieza a difuminar y concluye en su aspecto jurídico y político con las reformas que aprobó el Congreso en 2001, las cuales no satisfacen al sujeto central del proceso: los pueblos indígenas. En ese momento, el señor Fox manda al Congreso la propuesta acordada en San Andrés Larráinzar, elaborada por la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa); el Congreso ignora los acuerdos y toma su decisión, y el Poder Judicial dice que las modificaciones se ajustan a la ley. Los tres poderes de la Unión se lavan las manos y dan por cerrado el caso.
La reacción es que el EZLN se afianza en sus regiones e inicia “la construcción de autonomías de facto, que llaman Juntas de Buen Gobierno y Caracoles, pero sin adaptarse a un marco jurídico que les queda estrecho.
“El resto del movimiento indígena intenta realizar procesos de autonomía de facto en distintos puntos del país, con resultados desiguales”.
Para Díaz-Polanco –también autor de Elogio de la diversidad. Globalización, multiculturalismo y etnofagia–, es preocupante que un movimiento social “que es muy importante para el futuro del país, esté nadando a contracorriente respecto del marco legal.
En ese sentido, podríamos hablar de un fracaso social, dada la incapacidad de encontrar la articulación adecuada entre las demandas de un grupo social importante, los pueblos indígenas y el marco jurídico del país, en la medida en que el Estado da por cerrado el asunto.
Caso contrario y ejemplo son los avances logrados en países como Bolivia, Ecuador y, hasta cierto punto, Venezuela; en Guatemala es un tema que empieza a plantearse, lo mismo que en Perú.
Obedientes al capital
Este “gran movimiento latinoamericano centra su lucha no sólo en el reconocimiento político, sino además en buscar la salida a una tremenda disputa por recursos y territorios.
Los pueblos indígenas tendrán un papel importante en la sociedad, no sólo por sus reclamos, sino porque pueden ayudar a detener una catástrofe ecológica, consideró el especialista.
Ése es el núcleo de un conflicto en el que los gobiernos en particular son cómplices y participantes activos de los grandes intereses de los capitales internacionales, que ven en esos territorios un botín valiosísimo para desarrollar sus negocios.
–Esta circunstancia parece común en toda Latinoamérica; ¿cuál es la razón de que en algunos países el movimiento triunfe o tenga avances importantes y en México no?
–Hay un patrón general, con las particularidades de cada caso. Consiste en que se logran avances sustanciales cuando confluyen un movimiento popular con fuertes reivindicaciones sociales y con un liderazgo casimátrico, y los pueblos indígenas. Cuando estos dos elementos se articulan, se logran cambios en la esfera gubernamental estatal, a partir de los cuales se da respuesta a los problemas de los pueblos indígenas. Ese patrón lo tuvimos aquí, en el proceso electoral de 2006, pero concluyó con un fraude que impidió que siguiera adelante. Esa es la diferencia entre la experiencia mexicana y las de otros países.
–Estos procesos son desesperantemente largos y lentos; ¿el debate en la materia puede resurgir en México y tener avances significativos?
–Creo que sí, porque hemos aprendido que los grandes logros de los pueblos indígenas están asociados con la persistencia del esfuerzo en construir condiciones de autonomía y de protección de territorios y recursos, así como su articulación con los grandes movimientos sociales. Las condiciones en México están en desarrollo y llegará el momento en que los pueblos indígenas tengan un papel importante. No sólo por lo justo de sus reclamos, sino porque están haciendo propuestas vitales hoy día, como la relación de la sociedad con la naturaleza, ya que pueden ofrecer soluciones para evitar o solucionar una catástrofe ecológica.
Por ejemplo, la constitución ecuatoriana incluye por primera vez en el mundo el reconocimiento a los derechos de la naturaleza, algo que en la tradición occidental liberal ni de lejos puede concebirse. Esto es algo que tendrá consecuencias interesantes.

La diversidad cultural y la autonomía en México es publicado por Nostra Ediciones como parte de la colección "Para entender", cuyo propósito es poner al alcance de un público amplio, de no especialistas, temas específicos de manera rigurosa, pero en lenguaje accesible.
“En ese sentido –precisa el autor–, no es un libro de investigación, sino que es fruto de investigaciones previas presentadas de manera resumida.”

lunes, 13 de julio de 2009

CARACAS: DEBATE ENTRE INTELECTUALES

LA DERECHA REHUYE DEBATIR
Cinco momentos

1) Intelectuales debatirán crisis del capitalismo en Caracas


TeleSUR. 26/05/2009
El Ministerio de Cultura venezolano dirigirá el Encuentro de Intelectuales que se llevará a cabo en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) en Caracas, donde se discutirá la Crisis del Capitalismo entre el miércoles 27 y el viernes 29 de mayo.
Para este encuentro llegan al país suramericano para el debate de la crisis financiera del capitalismo, el antropólogo y sociólogo mexicano Héctor Díaz-Polanco; la economista mexicana Ana Esther Ceceña; el filósofo mexicano Fernando Buen Abad; el político y antropólogo mexicano Gilberto López y Rivas y el boliviano Hugo Moldíz Mercado.
Además, llegan a Caracas Tania Nilsen Temoche, Winston Orrillo, de Perú; James Early, Eva Golinger, de Estados Unidos; Manuel Cabieses, de Chile; Hernando Calvo Ospina, William Ospina, de Colombia y Abel Prieto, de Cuba.
En representación nacional asistirán el historiador y escritor Luis Britto García; la periodista María Alcira Matute; el historiador Vladimir Acosta; la profesora Marisol Ferrari; el poeta y crítico literario Gustavo Pereira; el político y militar retirado Alberto Müller Rojas, que también ejerce como vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV); Carlos Lanz; el ministro para el Comercio, Eduardo Samán; el profesor Mario Sanoja; el periodista Earle Herrera; la historiadora Iraida Vargas y la profesora de economía Judith Valencia.
El programa que inicia este miércoles a horas de la tarde, prevé como acto inaugural una reunión de intelectuales en la Plaza Bolívar de Caracas (centro) para la distribución de libros, minilibros, cuentos infantiles, revistas y películas, que fomenten la memoria colectiva del pueblo venezolano.
De manera simultánea, esta misma actividad se realizará en todos los estados de Venezuela.
Al día siguiente, se dará inicio a los foros en el Celarg con los temas Cultura y Revolución, Contrarrevolución y medios de comunicación, y al concluir el día (jueves), se rendirá un homenaje al escritor uruguayo Mario Benedetti, fallecido el pasado 17 de mayo, en el Teatro Teresa Carreño.
Para el viernes, día en el que concluye el evento, en el mismo escenario se realizará el foro Los pueblos frente al consumismo.
Luego, en el Gran Salón del Hotel ALBA Caracas (centro), se llevará a cabo el Homenaje a La Casa de las Américas y la Clausura de la reunión de ministros de Cultura de los países de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA)

2) Venezuela: intelectuales neoliberales vs. Chávez

Vargas Llosa, Castañeda y Krauze aceptan el reto de debatir con el presidente venezolano en el maratón de "Aló, presidente".
Tres de los intelectuales reunidos en Caracas para un foro sobre libertades políticas y económicas aceptaron el reto del presidente Hugo Chávez de debatir ideas en su programa, Aló, Presidente, que se transmite en versión maratónica con motivo de su décimo aniversario.
Ya el jueves el escritor y político mexicano Jorge Castañeda había manifestado su disposición a participar en el emblemático espacio televisivo.
El viernes, el escritor peruano Mario Vargas Llosa y el intelectual mexicano Enrique Krauze se le unieron y oficializaron esta postura, en declaraciones que ofrecieron en el marco de un evento organizado por el 25 aniversario del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (CEDICE), del que son figuras estelares.
Pero hay un "pero". Mientras el mandatario venezolano habló de darles cabida para que discutan con intelectuales del otro extremo del espectro ideológico mientras él tomaba un asiento en la audiencia, los aludidos pidieron que el intercambio de ideas fuera con Chávez directamente.
La mañana de este jueves el "teletón" de "Aló, Presidente", se tomó un descanso. El canal oficial Venezolana de Televisión transmitió parte de su programación regular y parte de un foro paralelo organizado por el gobierno sobre la crisis del capitalismo, que busca hacerle contrapeso al evento del CEDICE, institución que el oficialismo acusa de obedecer intereses de la derecha internacional.
El periodista Roberto Hernández Montoya, una de las figuras principales del evento paralelo, dijo que Vargas Llosa y los otros seguían teniendo abierta la invitación, "donde quieran y cuando quieran, a intercambiar ideas", pero no con el presidente, sino con él y sus colegas.
"Estaría desesperadamente interesado en oír las argumentaciones de los colegas liberales y neoliberales sobre cómo dar fundamentación a su idea de dar prioridad a la libertad sobre la igualdad en la sociedad", afirmó, por su parte, Héctor Díaz-Polanco, sociólogo y antropólogo mexicano.
A unas pocas cuadras de distancia, en el foro del CEDICE, los intelectuales coincidían en la necesidad de entablar un diálogo. La diferencia esta en "con quién".
"Sería muy interesante para la vida del ciudadano venezolano y sano para la vida política de Venezuela ver a su presidente en un debate de ideas, escuchando opiniones de lo demás y no sólo exponiendo las suyas", dijo en el mexicano Enrique Krauze.
El historiador y ensayista, quien recientemente publicó un libro titulado "El poder y el delirio", sobre lo que él llama el fenómeno de la "Hugolatría", dijo que los intelectuales debaten todos los días con sus pares sobre temas de actualidad, con lo que insinuó que no tendría sentido repetir el ejercicio en Aló, Presidente.
"No quisiéramos robarle tiempo", indicó, al tiempo que pidió que la discusión tuviera "reglas claras".
Por su parte, el ex canciller mexicano Jorge Castañeda admitió que un eventual debate con el jefe del Estado venezolano no sería en "igualdad de condiciones" por el puesto y rango del adversario, pero manifestó que daba la "bienvenida" a la invitación.

3) Intelectuales progresistas reiteran llamado a debatir con derechistas


Caracas, 29 May. ABN.- El grupo de invitados internacionales que se encuentra en Venezuela, participando en el foro Los Intelectuales frente a la Crisis del Capitalismo, reiteró el llamado al debate que propusieran el día jueves a quienes asisten al encuentro antichavista que organizó la Fundación Internacional Libertad (FIL), donde participan exponentes de la ultraderecha latinoamericana y representantes de transnacionales del hemisferio.

El anfitrión del evento Roberto Hernández Montoya, manifestó, durante la rueda de prensa final desde el Celarg, que están dispuestos a reunirse en cualquier espacio para discutir y debatir sobre el sistema neoliberal y la búsqueda de una solución integral a la crisis económica que azota al mundo entero y que ha generado la perdida de millones de empleos.

Ante la respuesta obtenida por parte de Álvaro Vargas Llosa, representante de la FIL, quien solicitó un debate exclusivo con el Presidente de la República, el antropólogo mexicano Héctor Diaz-Polanco manifestó que un debate ideal sería entre intelectuales extranjeros, sin la necesidad de incluir actores políticos.

'Nosotros como pensadores latinoamericanos estamos realmente interesados en discutir con ustedes, representantes del neoliberalismo, la debacle del sistema capitalista que siguen defendiendo desde su trinchera. Vamos a sentarnos en el mismo escenario y compartimos ideas. Así se hace el debate', destacó Díaz-Polanco.

Por su parte, el filósofo mexicano Fernando Buen Abad señaló que este tipo de debate sobre la crisis y el consumismo debe ser permanente y desarrollarse en todos los escenarios posibles, por constituir una forma de elevación de la conciencia y de profundización del pensamiento pluralista.

De igual manera, el sociólogo español Juan Carlos Monedero enfatizó que la crisis amerita mucha seriedad y es una necesidad entablar un análisis profundo para encontrar la solución en un sistema nuevo que escape y se aleje del neoliberalismo que dominó el mundo durante años.

'En inconcebible pensar que la solución del problema sea la misma causa generadora del problema (...) La solución de la crisis no puede radicar en el capitalismo, el mismo sistema que la provocó y que ha sumido al mundo en pérdidas', aseveró el español.

En definitivas, los pensadores concluyeron que foros como este son un reflejo de la voluntad popular, y por ello deben estar dirigidos al análisis detallado de la realidad y la transformación de la sociedad.

4) La oportunidad de debatir con Chávez fue desperdiciada

30 de mayo de 2009.

El filósofo mexicano Fernando Buen Abad calificó hoy de oportunidad extraordinaria la propuesta de debate entre intelectuales de pensamiento socialista y liberal, lanzada por el presidente venezolano, Hugo Chávez.
En declaraciones a Venezolana de Televisión desde el Palacio de Miraflores, donde estaba previsto realizarse el encuentro, Buen Abad consideró poco serio que esas personas no acudan a expresar sus ideas, mientras se prolongaba la espera por la reunión, prevista para las 11:00 hora local.
Queremos saber si todavía tienen ganas de conversar, si hay confianza en lo que se piensa, en lo que se dice, agregó.
Chávez ofreció la víspera su programa televisado Aló Presidente, en una edición especial conmemorativa por su décimo aniversario, para una discusión entre intelectuales de derecha e izquierda que coincidieron en Caracas en dos foros separados.
El filósofo mexicano señaló que no es un problema personal, sino que el momento es de significativa importancia porque se trata de debatir sobre la crisis del capitalismo y "si no somos capaces de defender nuestras ideas, de profundizar el pensamiento, es un desperdicio enorme".
Consideró que esos individuos se ausentaron porque sabían que es un debate serio en el que terminarían reconociendo asuntos insustentables como el desempleo, el hambre, la desigualdad, la injusticia, heredados del capitalismo.
Estos representantes de la ultraderecha proimperialista viajaron a Caracas a un evento denominado Encuentro Internacional Libertad y Democracia, al que asistió Mario Vargas Llosa, su hijo Álvaro, el ex canciller mexicano Jorge Castañeda y el colombiano Plinio Apuleyo Mendoza, entre otros.
Coincidiendo con ello, un grupo de intelectuales del pensamiento revolucionario de vanguardia del continente se reunieron aquí para debatir sobre la crisis del capitalismo y los retos del mundo actual.
Entre éstos últimos estuvieron ministro de cultura Abel Prieto (Cuba), el antropólogo y sociólogo Héctor Díaz-Polanco (México), Hugo Moldíz (Bolivia) y Eva Golinger (Estados Unidos).
Además, la economista mexicana Ana Esther Ceceña, el filósofo mexicano Fernando Buen Abad, el político y antropólogo mexicano Gilberto López y el boliviano Hugo Moldíz, entre otros.

5) El debate del que Vargas Llosa huyó

Hugo Moldiz Mercado/ Especial para CAMBIO

La Época. Miércoles, 3 junio de 2009

Las ideas son las armas, quizá las únicas, con las cuales las fuerzas de izquierda, partidarias del cambio, y las de derecha, aferradas a su nostálgica economía de mercado, deberían disputar su hegemonía en América Latina. Pero, la cruda realidad muestra el uso monopólico de la manipulación ilegítima del imaginario colectivo.

Las ideas se hacen importantes cuando adquieren la calidad de instrumentos de organización y movilización de la sociedad, es decir cuando ganan materialidad. Pero cuando las ideas representan lo pasado y solo se amplifican por el uso de la estructura propietaria de los medios de comunicación, están condenadas al fracaso.

Aunque su origen ha sido Caracas, sus repercusiones han rebasado las fronteras de Venezuela. Desde la estadounidense CNN hasta diarios locales, pasando por agencias transnacionales de la información, el sábado 30 de mayo se han dedicado espacios para “informar” sobre un desencuentro político entre el pasado y el futuro. “Hugo Chávez rechaza debatir con Vargas Llosa a última hora”, titulaba El País de Madrid y la agencia EFE, también de España, decía: Hugo Chávez rechaza tener un cara a cara con Vargas Llosa”. El Nuevo Herald sostenía: “Chávez declina debatir en televisión solo con Vargas Llosa”. Los segundos aceptaron gustosos la invitación presidencial, prevista para el sábado 30 en el Palacio de Miraflores.

Pero nada de lo que dijeron esos medios es verdad. En realidad, todo empezó en la primera entrega, de cuatro previstas, del programa televisivo 331 de Alo Presidente que Chávez conduce desde hace 10 años. El jueves por la noche el presidente venezolano, molesto por la agresión física de la oposición a periodistas de los medios oficiales y en respuesta a los ataques recibidos por una supuesta limitación a la libre expresión, lanzó el misil inesperado: invitó a los intelectuales de la derecha, reunidos en un lujoso hotel de la zona de Altamira, a debatir con sus similares progresistas y de izquierda de Venezuela y de algunos países de “Nuestra América”.

Lo que se iba a discutir, si Vargas Llosa aceptaba, estaba determinado por lo que ambos grupos de intelectuales trataban, desde distintas posiciones, en sus respectivos encuentros. Los convocados por la oposición venezolana tenían en su agenda temas como el de “la refundación ética del capitalismo”. Los segundos, invitados por el gobierno bolivariano y bajo la premisa fundamental de “los intelectuales frente a la crisis del capitalismo”, debatieron Cultura y revolución, contrarrevolución y medios de comunicación y, finalmente, los pueblos contra el consumismo.

A contra ruta de su titular, el periódico español describía los hechos, aunque para luego negarlos, de la siguiente manera: “Chávez tuvo la ocurrencia de que podría ser interesante invitar a este grupo de intelectuales "de la derecha" a participar en un debate televisado contra intelectuales "progresistas".

El viernes en la noche, a pocos minutos de empezar la segunda entrega del Alo Presidente, se reiteró la invitación y, al cumplirse cerca de una hora de estar al aire, CNN informaba que Vargas Llosa aceptaba el debate, pero con una importante modificación: hacerlo con el presidente venezolano. La respuesta del escritor español (pues renunció a su nacionalidad peruana) provocó la crítica de los intelectuales progresistas y Chávez manifestó que, para lograr eso, primero debía ganar una elección. “Ahora, la invitación es esta: los invitados internacionales de la contrarrevolución, Aló Presidente, once de la mañana (...) Yo puedo ayudar moderando, pero “el debate es entre intelectuales”. Yo soy presidente", reiteró Chávez y la agencia AP la reproducía textualmente.

En ese mismo programa incluso se dijo que podía ser a un intelectual por bando. Vargas Llosa no aceptó la invitación y el encuentro con el escritor Luís Brito, dos veces premio Casa de las Américas, no se hizo. El autor de “la ciudad y los perros” se limitó a contestar: “Si el presidente sólo puede debatir con presidentes, ¿para qué nos invita a discutir?". Las palabras del escritor dejan en evidencia la manipulació n, vía medios de comunicación, de los ciudadanos del mundo, pues nunca hubo una invitación a debatir con el jefe de estado venezolano.

Vargas Llosa no pudo ocultar su desprecio por los intelectuales progresistas. El escritor, a quien las imágenes de la televisión, incluida la opositora Globovisión, no mostraban retenido un par de horas por funcionarios de migración, como se ha señalado, sino más bien caminando a paso acelerado por el aeropuerto y flanqueado por dos guardaespaldas de civil, declaró, en señal de desaprobación, “yo no sé quienes son esos intelectuales”. En la misma línea se expresaron Jorge Castañeda, el ex canciller de Fox muy vinculado a Washington, y Enrique Krauze, un defensor acérrimo del liberalismo.

Entre los “despreciados” estaban, entre otros, Héctor Díaz-Polanco, Premio Casa de las Américas; Ana Esther Ceceñas y Fernando Buen Abad, intelectuales de reconocido prestigio académico en el mundo por sus aportes al pensamiento social.

No cabe duda que el encuentro organizado por la oposición venezolana, que el jueves 28 por la noche protagonizó una marcha de teas con cerca de 700 personas, ha servido para dar de comer a los medios de comunicación, nacionales y extranjeros, sin cuya amplificación de los hechos la derecha tendría menos fuerza de la que aparenta.