El único que puede mandar mandando es el pueblo, plantea Carta a los indignados

Lunes 5 de marzo de 2012, p. 9
Enrique Dussel devela que la esencia de la democracia no radica en la representación, sino en la participación, ya que sin ésta no hay democracia posible, explicó Díaz-Polanco.
sólo existe un nivel en que se puede mandar mandando, y el único que puede hacerlo es el pueblo, en cuyo seno y cuerpo social residen la soberanía, el poder y la voluntad fundamentales.
finalmente se reconozca que en ellos reside la voluntad popular colectiva, el poder, y que ellos son los sujetos posibles de la construcción de una nueva democracia para todos.
Pero la diferencia con otras épocas, expuso el autor, radica en que los jóvenes actualmente tienen la oportunidad de comunicarse con otros mediante las redes sociales y los medios tecnológicos.
El volumen, manifestó Dussel,
ofrece una reflexión sobre el monopolio que ejercen los partidos políticos en la elección de candidatos.
También plantea la necesidad de que se genere otro tipo de organización en torno a la participación y a la manera de articularla con la representación.
En el libro el autor afirma que “la injusticia es el caldo de cultivo de los indignados, quienes aparecen explícitamente en los movimientos que se denominan así, o implícitamente en el descontento de los pueblos sometidos por el capitalismo”.
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