"Las
cifras de las encuestas son lo menos útil de las mismas", consideraron
académicos
CIUDAD DE MÉXICO, 27 de marzo de
2012.- En medio de severos cuestionamientos sobre metodología, opacidad en su
elaboración y tendencias amañadas acorde a sus clientes, se llevó a cabo el
seminario "Quinto poder: las encuestas y la construcción social del
ganador", convocado por el Colegio de México.
Así, Francisco Abundis (Parametría),
Edmundo Berumen (Berumen y Asociados, S.A. de C.V.), Ana Cristina Covarrubias
(Covarrubias y Asociados S.C.), Luis Mochán (Instituto de Ciencias Físicas.
UNAM), Julio Boltvinik, José Antonio Crespo, Héctor Díaz-Polanco y Lorenzo
Meyer, intercambiaron puntos de vista, principalmente, sobre la posibilidad de
incidencia de dichos instrumentos de medición en los resultados de la
contienda.
Especialistas como Boltvinik,
Díaz-Polanco y Porras, argumentaron que los medios de comunicación "están
sesgados" y, por ende, las encuestas que solicitan.
Además, cuestionaron aspectos
metodológicos, como la forma de las preguntas formuladas, que darían un sesgo a
las encuestas, o la cantidad de distritos empleados en los muestreos.
Por ejemplo, reprocharon que las
encuestas desestimen a los indecisos y que no reparen en el alto porcentaje de
personas que se niegan a decir por quién votará.
"Las cifras de las encuestas
son lo menos útil de las mismas", consideraron.
El concepto fue redondeado por el
académico Luis Mochán, del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM, quien citó
un ejercicio estadístico con el que demostró la idea de que en una elección y,
por ende, en una encuesta, "matemáticamente, la democracia es
imposible".
Por su parte, Héctor Díaz-Polanco
aseguró que las encuestas pueden favorecer a ciertos candidatos y que se trata
de un uso velado de dinero en las elecciones. Es inadecuado distinguir
encuestas de partidos (como menos creíbles) y de medios de comunicación (como
más creíbles). Unas y otras pueden ser igualmente partidarias. "Los
partidos políticos más grandes son los Medios que financian esas
encuestas", dijo.
En este sentido, Lorenzo Meyer se
preguntó si los poderes fácticos encargan encuestas para determinar a qué
candidato darán su apoyo económico, y abrió la duda de que estos ejercicios
metodológicos realmente aporten algo a la democracia.
Así, Covarrubias cuestionó que
exista un mal uso de encuestas sin rigor metodológico, empleadas para mellar
contrincantes y manipular el ánimo de equipos, bien para infundir triunfalismo
o para motivar un esfuerzo adicional de los colaboradores.
Finalmente, todos coincidieron en
que los resultados de las encuestas inciden en los electores que suelen dar
seguimiento a estas mediciones y el sufragio que finalmente emiten, dando lugar
a lo que se ha denominado "voto útil".
Agustín Porras, académico de la
UAM y ex funcionario del IFE y de la Segob, aseguró que las encuestas no
interfieren en el resultado electoral, y mencionó que dichas herramientas no
toman en cuenta la relación participación electoral-voto por partido, y que
según datos asentados en la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y
Prácticas Ciudadanas, hecha por la Segob, "a mayor participación
ciudadana, hay menor voto por el PRI".
El dato lo refutó Abundis, al
citar que la elección de 1994, cuando Ernesto Zedillo y el PRI ganaron la
Presidencia, fue la más concurrida de toda la historia.
Anteriormente, Porras determinó
que no era posible prever que Josefina Vázquez Mota alcance a Enrique Peña
Nieto al ver elecciones recientes de gobernadores y diputados.
Para zanjar la discusión sobre el
poder de las encuestas, Abundis recordó que ninguna encuesta ha colocado a
alguien en la Presidencia, mientras que Covarrubias hizo un recuento de los que
llamó "cinco elementos que hacen a un candidato ganador".
A decir suyo, se trata del
contexto, las estrategias de los partidos derivadas de dicho contexto, el
comportamiento de los poderes fácticos: medios, empresarios e Iglesias y,
finalmente, la estructura territorial con que se cuente para la promoción y
defensa del voto.
Para
zanjar la discusión sobre el poder de las encuestas, Abundis recordó que
“ninguna encuesta ha colocado a alguien en la Presidencia”.